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5/1/10

Sandro competitivo

En todos los tipos de trabajos la búsqueda de ser el mejor es un imperativo para no quedarse rezagado o fuera de su mercado. Para ello, encontrar lo que más seduce a los clientes es la clave fundamental; y Sandro lo logró. (Falleció ayer 4 de enero. QEPD).


Como ha resultado habitual en el mundo del rock, sobre todo del rock latino, a fines de la década del 60 Sandro empezó a cambiar radicalmente su estilo, abandonando el rock and roll clásico en español, para diseñar un repertorio más popular, siendo uno de los pioneros de la balada romántica latinoamericana, derivada del bolero, que se convertiría en el género pop latino por excelencia en la siguientes décadas. 


Sandro le aportó temáticas, poses y ritmos extraídos del rock and roll, que la hicieron provocativa y atractiva para los jóvenes de los sectores más populares de las comunidades latinas de América, y muy especialmente para las mujeres.


Una parte esencial de su estilo fue la adopción de una pose de seducción sexual abierta, que Sandro dirigió hacia las mujeres, expresándolo en sus letras y ritmos, pero sobre todo en su voz y movimientos, obviamente derivado de Elvis Presley, pero que alcanzó una plena identidad personal.



Este estilo sexual irreverente tuvo un efecto arrasador sobre las jóvenes latinoamericanas (donde curiosamente más incidencia tenía la prédica sexualmente restrictiva de la Iglesia Católica).


Las fanáticas de Sandro (sus «nenas») llegaron a ser tan importantes como él mismo, devolviendo en sus presentaciones un clima de desenfreno y sexualidad, entre las que se volvió un clásico arrojar al escenario su ropa interior.


Para la época, el mensaje de Sandro resultaba un revulsivo radical contra las normas morales establecidas sobre la virginidad de las mujeres y las relaciones prematrimoniales, férreamente establecidas en toda América Latina.


Hace algunos años conocí a este artista


En 1973 lo traje a Hermosillo, Sonora, México, y se presentó primero en el Auditorio Cívico del Estado, luego en la noche estuvo en el centro nocturno El Continental del Hotel Gándara.

Llenos impresionantes. Su gran número de fanáticas obligó a extremar medidas de seguridad en las calles de la ciudad y en los locales en que estuvo.


¿Por qué lo traje? Bueno, pues a mis entonces veinte y un años era estudiante de la Universidad de Sonora, en carrera de Ingeniero Industrial Administrador, y el grupo de mi generación (menos de quince alumnos) necesitaba recursos para el evento de graduación (anillos, fiesta, etc.). Una de las muchas opciones que identificamos fue la de traer a Sandro, porque estaba de moda y un año antes hubo el intento de traerlo a Hermosillo lo cual no se realizó porque aquel cantante argentino se accidentó (cayó de una moto).


¿Cómo lo contratamos? No existía la red Internet, hablé por teléfono al noticiero de Televisa “24 Horas” y pedí información sobre el artista. De ahí se derivó la comunicación con Hugo Da Silva, representante de Sandro, con quien acordamos todo lo necesario. El resultado del negocio fue altamente positivo; y más aún, fue una experiencia muy provechosa conocer a alguien con alta calidad artística y ver en la práctica el fenómeno relativo a cómo conseguir y mantener el entusiasmo del público (clientes).


[En el grupo de mis compañeros de estudios estaban Aurelio Silvestre Ortiz, Luis Figueroa Figueroa, Rubén Tapia, Dulcemaría García Bustamante, Carlos Ferrá, entre otros, a quienes saludo ahora desde este Blog].


¿Quieres escuchar algo de Sandro? Haz click aquí:

http://listen.grooveshark.com/#/search/songs/?query=sandro