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12/5/10

¿Qué hacer en esta semana para nuestra mejora personal y profesional?

Yo antes era una persona con opiniones mucho más férreas que ahora. Antes todo era más blanco o negro, más “bueno o malo”… pero con la edad, y con esto de ser emprendedor y ver que esto es un lienzo en blanco que tienes que pintar tú mismo, uno aprende que hay que ser flexible para no partirse y que hay que dar pasos más allá de nuestra zona de confort para llegar hasta donde no hemos llegado todavía.



Y sí, asusta y surgen dudas, pero no hay otra manera, las mismas acciones llevan a los mismos resultados.


Antes yo juzgaba de antemano muchas cosas: “eso en mi caso no sirve”, “menuda tontería”, etc. Ahora mi actitud es que suelo probar muchas más cosas (porque probando no se pierde nada) y luego ya veo si ha merecido la pena o no.


Aunque no sea así muchas veces la lección ya es compensación suficiente.


Por eso esta semana le invito a realizar 3 pequeños desafíos.


No se preocupe, no le costarán mucho y, en mi experiencia, siempre es bueno romper un poco las dinámicas de siempre a fin de crecer y adquirir nuevas perspectivas.


1) Envíe una nota de agradecimiento a sus clientes. Sincera y sin otro propósito que agradecer.


Antes aclaro: Cliente es la persona que recibe un producto (bien o servicio, que puede ser un documento, un trámite, un aparato o algún artículo de una tienda, etc.). Vamos a contactar con nuestros clientes y prospectos, pero no con un típico mensaje cuadriculado y frío. En este tiempo ha habido gente que ha confiado en usted, que ha hecho su apuesta y ha arriesgado su dinero costosamente ganado en nosotros y hay veces que nos damos poca cuenta de todo eso.


No espere a Navidad, no haga lo mismo que todo el mundo, hoy es tan buen día como otro cualquiera. Tómese un momento y piense qué le diría a un amigo que ha hecho algo por usted, escríbalo con tono humano y sincero y envíelo a sus clientes. Fírmelo personalmente y no tenga otro motivo más que el de agradecer (no intente vender nada en ese mensaje) simplemente agradezca con esas palabras que ha escrito, de persona a persona.
No le costará nada, puede hacerlo por e-mail, mejor si personaliza con nombres y mejor aún si selecciona a sus mejores clientes y les llama personalmente por teléfono o los visita en sus oficinas, sólo para dar las gracias por haber confiado y hecho negocio con usted, o haber tenido algún trato del tipo cliente-proveedor.


¿Le da incomodidad hacerlo? Esa es una señal inconfundible de que entonces debería hacerlo sin dudar.


2) No hable ni use un tiempo futuro en sus palabras


En lo que se refiere a sus proyectos y objetivos. Todo el mundo dice demasiado cosas como: “Vamos a hacer este proyecto X”, “Vamos a iniciar la campaña de marketing Y” o “Pondremos en marcha la idea Z”.


Luego nada se materializa.


Este es un pequeño desafío. Mi propuesta es que si esta semana vamos a decir en futuro algo de la iniciativa, no lo hagamos: en cambio, hagamos algo ahora para empezar a hacerlo realidad, aunque sea mínimo, pero que podamos decir “Hemos empezado con X”, en vez de “Voy a empezar con X”.


No espere al año nuevo para empezar a hacer ejercicio físico, empezar a planificar lo que será el resto del año actual o el próximo, o llamar buscando nuevos clientes. Hágalo hoy y no tendrá que hablar en futuro, podrá decir que ya ha empezado a hacer ejercicio físico o que ya está llamando para conseguir nuevos clientes. La energía que está dedicando a imaginar en futuro le va a venir muy bien en el presente.


3) Durante 24 horas sea un “paranoico inverso”


Este es un desafío como emprendedor que me propusieron una vez y fueron 24 horas francamente peculiares.


Un paranoico piensa que lo que le ocurre y lo que los demás hacen tiene como fin hacerle un daño y derribarle.


Pase lo que pase pruebe durante 24 horas a pensar justo lo contrario: que todo lo que ocurre es por algo positivo.


Puede que si cae su web eso sea el comienzo de buscar un servicio mejor, o de invertir en herramientas más robustas, que para el futuro no nos robarán tiempo y dinero, puede que si se nos va ese cliente ahora tengamos tiempo para dedicarlo a ese proyecto en el que nunca encontramos hueco y que siempre hemos querido hacer. O que si al final no hemos cerrado esa venta es porque teníamos que aprender ciertas lecciones sobre lo que hemos hecho mal (averigüe cuáles) que dentro de poco permitirá cerrar muchas más ventas. Algo similar puede hacer con el enfoque a lo que “vende” si labora en una institución pública (ahí se “venden” servicios a ciudadano/as o a otros servidores públicos, proyectos, ideas, programas, etc.)


Ponga buena cara las 24 horas, encuentre una interpretación positiva, la que sea, a todo lo que ocurra (sea aparentemente bueno o malo). El optimismo es fundamental para ser una mejor persona y mejor profesional, porque en su base está la esperanza de que su idea , propuesta o proyecto funcionará. Nuestra naturaleza, aunque no lo parezca, se basa en un optimismo esencial y fundamental.


Lo curioso es que el optimismo es un músculo que se puede trabajar y que el 90% de las veces las situaciones son buenas o malas dependiendo de la interpretación que les demos, no de la situación en sí.