Translate

24/11/10

Para fomentar la Cultura de la Legalidad

Foro Ciudadano Estatal "Retos Actuales de la Seguridad Pública en Sonora"

Mesa 3.- Municipio y Seguridad Pública
Ponencia “Crear instancias de fomento a la cultura de la legalidad en los municipios
Autor: Ing. Alberto Haaz Díaz, consultor y docente, experto en políticas públicas, gestión de la calidad y transparencia

Las autoridades municipales deben realizar acciones para garantizar la tranquilidad, paz y protección de la integridad física y moral de la población, mediante la vigilancia, la prevención de actos delictuosos y la orientación ciudadana, lo cual llevan a cabo mediante sus corporaciones de policía y organismos de protección civil. Asimismo, actúan de manera coordinada con las autoridades del gobierno estatal y del federal en las materias relativas a la seguridad pública, de acuerdo con las competencias que les corresponden.

Así, y ante las graves situaciones que se han presentado en relación a la seguridad pública en México, las policías municipales han tenido que ser reforzadas de diversas maneras, con más y mejor personal, equipos, armas y vehículos, entre otras cosas, con altos costos para las haciendas municipales, aún y cuando reciben recursos de aportaciones federales para ello. Todo esto en busca de asegurar la tranquilidad, paz y seguridad en las comunidades municipales respectivas.


Sin embargo, el fenómeno de la inseguridad sigue latente, creciendo, ante lo cual se han puesto en marcha múltiples acciones de parte de los gobiernos federal, estatal y de cada municipio, procurándose la participación efectiva de la sociedad.

Son acciones y esfuerzos muy valiosos, que deben mantenerse y ampliarse, e intensificarse con enfoques que apunten a desterrar las causas de la inseguridad, esto es con más énfasis en las acciones preventivas.

En este contexto se ubica la Cultura de la Legalidad, que es uno de los factores que influyen en la emergencia e incremento del crimen en sus diversas manifestaciones.

¿Cuál es el problema que observamos en relación a la cultura de la legalidad?


Conviene repasar primeramente el concepto de la cultura de la legalidad, y procurar que signifique lo mismo para todas las personas, porque a veces ocurre que unas la exigen a otras y no se dan cuenta que ellas no lo tienen bien comprendido y/o aplicado en sus comportamientos.


La cultura de la legalidad es una creencia compartida de que cada persona tiene la responsabilidad individual de apoyar y fortalecer el Estado de derecho, porque éste ofrece los mejores medios para asegurar sus derechos y alcanzar sus objetivos.

Así, el gobernante, al igual que el gobernado, debe responder ante el Estado de derecho. La cultura de la legalidad no significa otra cosa más que respetar el estado de derecho y que todas las personas lo tomen como normalidad, como una regularidad.

Sin esa cultura, habría seguramente más delitos. La mayoría de la gente actúa conforme a la ley, por sus expectativas de que otros se comporten en forma similar y porque creen que esto es lo mejor para todos.

En ausencia de una cultura de la legalidad, muchos tendrán más libertad para satisfacer sus necesidades y preferencias inmediatas, incluso en presencia de leyes muy elaboradas.

Por otro lado, sin leyes y sin fuerzas de impartición de justicia, la cultura de la legalidad, por sí misma, es incapaz de mantener el Estado de derecho.

La cultura necesita la ejecución de la ley, pero los ejecutores necesitan la cultura. De otra forma, la sociedad podría verse abrumada por la violación de las leyes, o se necesitaría una excesiva presencia policíaca para controlar la criminalidad, como parece que ya empieza a ocurrir.

Sin una cultura de la legalidad, el Estado de derecho no es realmente viable; y el Estado de derecho sin dicha cultura tampoco es realmente deseable.

En este contexto, veamos ahora cuál es el problema.

Existen prácticas comunes y arraigadas en la sociedad mexicana que dan cuenta de la percepción de legalidad que hoy tienen los ciudadanos mexicanos. Estamos acostumbrados a ver que es fácil brincarse las leyes sin consecuencias, y que quien se ciñe rigurosamente a la ley queda en situación de desventaja.

Aunque esto no sea lo más generalizado, resulta suficiente ver algún caso así y asumir que es lo común, lo cual debilita bastante a las intenciones de fortalecer la cultura de la legalidad; y en cambio, se observa la cultura de la impunidad.

En algunos casos, la ilegalidad que se presenta es atribuida a que el sistema jurídico mexicano presenta un nivel técnico que no es accesible al público en general, lo que abre distancias y abismos entre la sociedad y las instancias legales.

También se atribuye a hechos, como cuando es notorio que no se sanciona a todos por igual.

Otra razón que se argumenta es el desconocimiento de las leyes, reglamentos y otros instrumentos normativo por parte de las ciudadanas y los ciudadanos.

Conviene aclarar que la legalidad no es sólo referida al respeto o la infracción de la ley, también tiene que ver con las prácticas diarias de convivencia; y así vemos casos en que se presentan conflictos vecinales derivados de acciones inconvenientes que alguien realiza según la apreciación de sus vecinos, lo cual en ocasiones llega a generar situaciones graves de inseguridad.

Propuesta

Considerando lo expuesto, creemos conveniente que en cada municipio sonorense, se cree una instancia dedicada a fomentar la formación, el desarrollo y la consolidación de la cultura de la legalidad.

Así como existen instancias de protección civil, y del desarrollo integral de la familia, entre otras, nos parece importante tener también la instancia enfocada a la cultura de la legalidad. Sin embargo, la concebimos como un órgano a crear y encabezar por ciudadanas y ciudadanos, con participación de instituciones educativas, empresas, organizaciones gremiales, medios de comunicación y autoridades públicas municipales, estatales y federales.

Sus funciones serían relativas a lo siguiente:

• Diseñar programas de trabajo enfocados a la educación en todos los aspectos concernientes a la cultura de la legalidad, atendiendo las prioridades que requieran atención inmediata y las que impliquen procesos formativos a mediano y largo plazos.

• Celebrar convenios y acuerdos de colaboración con empresas, sindicatos, cámaras y organismos e instituciones que deseen contribuir a la cultura de la legalidad, con recursos, acciones, personal y servicios diversos.

• Realizar estudios e investigaciones en relación a factores que inciden en riesgos de inseguridad pública en el municipio, y formular proyectos orientados a eliminarlos.

• Organizar y realizar foros, cursos, talleres y demás acciones de capacitación en materia de cultura de la legalidad.

• Fungir como órgano de consulta del sector educativo y demás instituciones públicas sociales o privadas en el municipio, en materia de cultura de la legalidad.

• Coadyuvar a la formación de comités vecinales de fomento a la cultura de la legalidad y apoyarlos en las acciones respectivas.

Finalmente, creo que en las instancias referidas todos deberíamos participar. Es estar consciente de que si uno actúa de esa forma se está colaborando a mejorar la sociedad de la que a veces nos quejamos, pero que nosotros mismos también a veces deterioramos.

No actuar con legalidad puede ir desde dar una vuelta prohibida, copiar en un examen, hasta privar de la libertad a una persona.

Cualquier acto de ilegalidad, por más mínimo que sea, enferma a la sociedad y así hace que la buena convivencia sea cada vez más imposible.
Todas las personas que vivimos en sociedad, debemos contribuir: niños, jóvenes, adultos, funcionarios públicos y civiles. Nadie está exento.