El debate sobre los factores causantes del desempeño económico de América Latina y El Caribe es amplio, pero apuntan a un tibio crecimiento de la productividad.
Entonces, una de las preguntas fundamentales es qué se puede hacer para lograr incrementar la productividad y la competitividad.
El bajo nivel de innovación, las ineficiencias en los mercados de insumos creadas por débiles políticas de competencia, los altos costos e ineficiencia en la logística que obstaculizan las exportaciones, variables en la creación de empleo en el sector formal y muchos otros,
todos estos factores afectan la productividad y el potencial de crecimiento económico de la Región América Latina y El Caribe, y lo que queremos es también ver cómo identificar soluciones a dichos obstáculos.
En este contexto, conviene conocer y analizar las tendencias de la región en innovación.
Si bien hay diferencias entre países, la región invierte poco en tecnología e innovación.
Por ejemplo, la inversión promedio de la región en investigación y desarrollo es próxima al .4 por ciento del Producto Interno Bruto, muy por debajo de los niveles observados en China, India y otros países que están avanzando hacia economías basadas en el conocimiento por lo cual nos preguntamos:
¿Puede el Estado ayudar a estimular la innovación y cuáles deberían ser las prioridades en las políticas de innovación?
El caso de México resulta interesante, en lo referente al diseño y la implementación del denominado Sistema de innovación que apunta a elevar la Competitividad. Veamos la siguiente presentación: