Cumplir cabalmente los requisitos inherentes a las necesidades y expectativas identificadas, utilizando para ello todas las medidas preventivas y correctivas que sean pertinentes.
Aplicar los controles que sean necesarios en cada uno de los puntos o áreas de riesgo que detectemos en nuestras actividades y en las de otros que inciden en nuestra labor.
Evaluar cada parte del proceso en que participamos y los resultados e impactos correspondientes, de manera que esto nos sirva para retroalimentar la planificación de nuestras actividades y para la mejora continua.
Preservar el buen capital humano que tenemos en nuestra organización y no desaprovechar los talentos y capacidades existentes. Esto es apoyando la profesionalización y mejora de las competencias en el personal respectivo.
Incrementar nuestras fortalezas, minimizar las debilidades, aprovechar las oportunidades y anular las amenazas para nuestro negocio o actividades. Esto es clave para mejorar nuestra posición competitiva.
Cultivar la excelencia cotidianamente, agregando siempre algo que sea útil para nuestros clientes, proveedores, dueños y otros interesados en lo que hacemos.