Es un hecho reconocido que la organización tradicional, empresa o institución pública, ha sufrido históricamente de parálisis de innovación, es decir, la innovación es percibida como un factor perturbador que va contra la corriente de las normas preestablecidas.
En las organizaciones públicas, suele decirse que "no pueden hacer más de lo que les dice la ley"; y con esto acostumbran evadir las opciones de innovar, a quienes no les gusta mucho la idea de hacer cambios en las maneras de hacer las cosas, ya que no temen perder “clientes” en razón de que son la única opción que tienen las ciudadanas y los ciudadanos para obtener los servicios públicos que generan y “venden” esas organizaciones (dependencias y entidades).
¿Qué se debe hacer para que la organización, en conjunto, se mueva hacia la innovación, para que sea receptiva a ella, la desee y trabaje por ella?
Los siguientes son algunos tips que pueden ayudar para crear esa conciencia de innovación que hace tanta falta, tanto en las empresas ya constituidas como en las nuevas iniciativas empresariales o las que apenas son una idea de negocio, e igualmente son útiles para las administraciones públicas.
1-. Diseñar políticas específicas que atraigan y beneficien a los miembros de la organización en lugar de hacerlos unos conformistas y "mantenedores" de la situación en que se encuentran (tal vez sea muy cómoda y no quieren correr riesgos haciendo transformaciones).
2-. Establecer programas de información, motivación y capacitación por medio de los cuales toda la organización, empezando por sus ejecutivos, entienda claramente que la innovación es la mejor estrategia para asegurar el éxito y por ende prolongar y reproducir la organización en sí. (Si no fuese de este modo, Microsoft habría desaparecido si se hubiera quedado estancada con su primera versión de Windows o la Ford habría muerto produciendo el famoso modelo T).
3-. Definir objetivos que sean evaluados periódicamente con el fin de maximizar ingresos y minimizar pérdidas de toda índole. Estos objetivos deben estar alineados con estudios de mercado o de demandas sociales realizados entre período y período, sólo así, conociendo lo que desea el cliente, será posible ganarle la carrera a la competencia o a la desconfianza social.
4-. Dar libertad a las personas para que innoven. Esto no significa dejarles todo el tiempo libre a los gerentes o jefes de área para que se pongan a pensar qué cosa nueva podrían hacer. Significa que se deben crear grupos especializados en investigación y desarrollo, no sólo de nuevos productos o servicios, sino de nuevos mercados o de mejor atención a determinados grupos sociales, que cuenten con apoyo logístico y financiero para realizar los nuevos desarrollos.
5-. Perder el miedo al error. Si se están creando nuevos productos o tratando de mejorar los existentes, debe haber espacio para el error, no siempre las novedades funcionarán, pero cuando funcionen y la empresa o institución sea la primera en llegar al mercado con ellas, se habrá desarrollado una ventaja competitiva.
6-. Entender que por muy buenos que sean nuestros productos o servicios, todos tienen un período de vida limitado. Esto exige conocer muy bien el negocio, exige experiencia y, aunque es importante, no siempre la juventud con sus nuevas ideas puede llegar a decisiones críticas en momentos críticos. Habrá que apoyarse en el análisis del ciclo de vida del producto y el conocido como "radiografía del negocio".
7-. Determinar qué cosas deben ser desechadas, estableciendo por medio de los estudios de portafolio las unidades estratégicas del negocio y su posición, o mediante estudios de productividad en la administración pública.
8-. Elaborar un plan innovador, en el que se especifiquen: los objetivos, los plazos, las personas, el dinero, las herramientas y la información; pero, que sea con verdadero fondo y contenido substantivo, evite la simulación que ahora está de moda diciéndose que con el uso de las tecnologías, web y redes sociales (twitter, facebook, etc.) así ya todo será nuevo en la empresa o institución (mejor ocúpese primero en asegurarse de que todos sus directivos al menos sepan usar los correos electrónicos y otras herramientas básicas informáticas, ya que da pena ver que aún abundan quienes son analfabetas en eso).
9.- Aprovechar al máximo los conocimientos y las habilidades de quienes son expertos en los asuntos que ameritan innovación. No trate de inventar el hilo negro, ni de encontrar explicaciones a cosas que otros ya las saben con sólidos fundamentos y experiencia. Esto último suele ocurrir más en administraciones públicas, pero, también se da en empresas de particulares.
El fin último es conducir a la empresa o institución a ser su propia competidora en términos de innovación, es decir, la organización debe buscar que sus productos se vuelvan obsoletos con sus propios desarrollos y no con los de la competencia.
Ahora, le recomiendo ver esto…
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